Amemonos como anonimas anemonas (esporadicamente)

Salio aquel dia al barrio rojo, mas rojo quel envoltorio dun queso mini babibel, a ver si a cambio de su coleccion de miniaturas de la guerra de las galaxias alguna señora del vicio se la chupaba. A sus cuarentidos años, casi cuarentitres, seguia en el paro, defendiendose con insidia de la desidia del subsidio, habiendose negado toda su vida a lo que la gente llamaba tabajar.

-"No es vida", decia, con la solemnidad de una campaña antidroga gubernamental.

Desde que tuvo uso de razon pudo comprobar los efectos perniciosos quen su padre y en el resto de los que le rodeaban el trabajo provocaba. Eso si, la mayoria se quitaba de fumar, no fuera a
ser que un mal cancer los acabara por prejubilar. Mejor morir de viejo que de asco, debian pensar, sin darse cuenta que los viejos no son otra cosa que eso, muertos de asco.

- "A mi no me pillan", le dijo a su madre cuando esta se le presento con la instancia para ingresar en la fabrica de saneamientos Roca el dia despues de que decidiera no presentarse a la selectividad.

-"Creo que si, que mejor voy a estudiar", le dijo, rectificando sobre la marcha al tiempo que marchaba a inscribirse en la facultad de farmacia, a la que le veia su gracia.

Tras diez años, diez, en los que aprendio lo necesario para ahorrarse el tener que volver a pillar ( tu que tienes estudios no hara falta que te diga el que...), no paso del primer curso, por lo que fue expulsado honoris causa (siendo la causa salvaguardiar el honor de la facultad).

Ese mismo año murio su padre, Anselmo, que contrajo matrimonio con un cancer desofago por inhalar los humos de niquelado de la seccion bidets en la misma fabrica de saniamientos Roca donde su madre lo queria meter. Su madre pidio indemnizacion, (que le dieron tras seis años de pleitos, el noventa por ciento se lo quedo el abogado, el resto fue para pagar el prestamo que pidieron para pagar el funeral).

Timothy decidio entonces que tenia cafrontar la situacion como un hombre y decidio apuntarse a ingenieria astroespacial, aunquesta vez, como no le daba la nota tuvo que falsificar el espediente y matricularse en tercero de cirugia maxilofacial, un paston porque habia practicas y las caras salen caras, pero consiguio una beca de la comunidad de vecinos y otra de lasociacion de viudas de damnificados por los humos del niquelado, seccion bidets, que le pago las tasas y algun que otro viaje a la farmacia dabajo a comprar surtiditos de quimica que le hiciera olvidar.

Sorprendio a su madre por su cumpleaños cuando aparecio un dia con la camisa por fuera y los pantalones sin planchar y el titulo de cirujano maxilofacial enmarcado y envuelto para regalo.

-"Aqui dice Nicasio Rios, hijo, no sera esta otra de tus tretas para no trabajar?" su madre siempre tan perspicaz...

Timothy, en un ataque de ilusion y alopecia, habia canjeado su reloj calculadora casio (regalo de la primera comunion) por aquel titulo a su titular. En un mundo lleno de contradicciones el tal Nicasio no queria ser menos.

Titulado pues y con el cuerpo entregado a la alquimia, Timothy se fue derechito a la Caja Rural a pedir un credito, "el mas blandito que tenga, si me hazustel favor", como quien pide un melon paracerle un agujero y meter el ciruelo. Credito dado, y hasta dentro de cinco años no tenia quempezar a pagar!, claro que un lustro pasa rapido, com ilustra que cuando llegaron a embargar el corazon de su madre ya no pudo mas y dejo de hacer tic tac. Acaba de cumplir treintainueve años y a tan tierna edad el Timo quedaba huerfano total.
Busco entonces refugio en casa de su ya buen amigo Nicasio, que tras ser expulsado de su respectiva casa por su respectiva enfurecida madre tuvo la suerte dencontrarse un maletin con veinte millones de (me niego a decir 'las antiguas') pesetas olvidado por un taxista amnesico en el armario empotrado de su piso alquilado. Alli, a cambio de sus dosis de quimicefa, su extravagante vagancia encontro por fin algo de paz. Hasta la noche de autos de choque, esto es, cuando volviendo de unas fiestas populares (la Esperanza, por desgracia, es la ultima que se pierde...) se le fue la mano con los alcaloides y Nicasio Rios se trago la ficha que le dejaria tal cual.

Deso no habia pasado ni una semana cuando Timothy recapacito subitamente de improviso sobre su vida y se percato que llevaba sin vaciar la yogurtera mas tiempo del quera capaz de recordar. Y es entonces caundo tuvo la luminosa idea de irse de putas (ques a lo que iba cuando empezaste a leer), aunque le costara su coleccion de figuritas de la guerra de las galaxias de las que nunca penso que se fuera a separar.
De la primera a la ultima todas le mandaron a tomar por culo quera gratis, hasta que ya desesperado y planteandose incluso seriamente si al final se iba a tener que poner a trabajar, aparecio una puta vieja, (aunque ella sin duda habria preferido que dijera madurita), que acepto su oferta con ojos vidriosos y se lampezo a mamar.

-"Como se llama usted señora puta?...un pelin mas rapido...", dijo
al tiempo que agarraba las ensaimadas, tipo dama delche, que lucian a cada lado de la cabeza como jujetas con pegamin, y asi moverle la cabeza arribabajo a ritmo de la coctelera nescafe ,"no sabe como se lo agradezco..." añadio.

-"Me llamo Carrie, Carrie Fisher", respondio la anciana, levantando la vista de la cicatriz de apendicitis de Timothy que como una espada laser brillaba en la semi oscuridad de aquel portal, "aunque tu me conoceras mejor como la princesa Leila", añadio, tras una bien medida y teatral pausa, tras la que se le lleno la boca de la emocion viscosa acumulada del chaval, "slurp, slurp". Por eso ha debido aceptar, penso Timothy, porque reconocio en mi coleccion de figurillas a un verdadero fan. Nada mas lejos de la realidad (en una galaxia muy muy lejana, que dice el refran).

- "Seras mi chulo? mi Escay Guolquer?", le dijo Leila tras un par gargajos.

-"Lo siento princesa, lo de trabajar no es para mi", respondio Timothy, sintiendo que la decepcionaba, sintiendo dejarla con mal sabor de boca.

Aliviado ya de su carga emocional se subio la bragueta de los Lois elasticos y dando media vuelta se dirigio calle arriba, tieso como Castilla, ancho como un tenor italiano (y viceversa), caminando hacia la puesta de sol, a ver si los de Ocaso todavia tenian la oficina abierta y le daban algo del seguro de vida que le contrato su madre cuando siendo el todavia pequeño penso que su hijo no le iba a durar (su madre, siempre tan perspicaz...).
Sabia incluso lo que les iba a decir:

-"Hola muy buenas, mire que venia a cobrar mi seguro de vida porquestoy muerto, estoy muerto de asco..."

Pero esa ya es otra historia.

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