Cagate Loreto

Los langostinos revenios. El garrafon (the garraphone?). Cualquier cosa de aquel cutre banquete tipico de bodabautizocomunion pudo ser. Vete tu a saber que. Solo sabes que ahora ya es tarde para evitarlo. Solo sabes quel daño ya esta hecho.

Tampoco sabes muy bien por que pero estas en la calle, es la hora entre ya ha amanecido y todavia sigue sin amanecer y los retorcijones son cada vez seguidos, mas agudos y mas seguidos, increschendo, que se dice, como te imaginas las contracciones de una parturienta primeriza, como timaginas al parkinsoniano Michael J Fox cosiendole un ombligo a tu muñeco vudu. Auch.

Temes no poder aguantarlo mucho mas, asi que aprovechas que pasan los efectos de la ultima punzada para aligerar tu ritmo, buscando refugio sin saber bien donde, un bar abierto o un portal sin cerrar. Pero nada, no consigues ver ningun sitio donde poder bajarte los pantalones y soltar tu carga de profundidad.

Notas como la brisa de la mañana refresca tu sudor ya frio de por si. Otro salto mortal en el bajo vientre te dobla por la mitad. Tienes que encontrar un sitio rapido o se te va a escapar. Empiezas a correr, como por inercia, no muy rapido, como si llevaras chanclas. Sigues oteando la calle, cruce tras cruce, desechando la posibilidad de aliviarte en la fuente municipal (ya sabes, la de la rotonda esa donde antes no había atascos).

De repente, a poca distancia ves que asoma de un garaje el morro de un coche, avivas el paso con la esperanza de llegar antes de que se cierre el porton. Pero cuando llegas ya no tienes tiempo de pasar.

-"Mierda", dices.

Ojala hubieras sido ninja, piensas, pero no durante mucho tiempo, la mano vuelve a cerrar su puño en tus intestinos y te obliga de nuevo a saludar a su majestad. Esta vez casicasi se te va.

Aguantas el embite, le echas dos mas y se vuelve a pasar, levantas la vista y reinicias tu torpe trote. Al final de la calle ves la ultima casa baja esperando paciente su turno para ser convertida en corrala moderna, en otra colmena de currantes y zanganos, de alguna que sin duda tambien se creera la abeja reina. Llamas a la puerta con la esperanza de que haya alguien que se apiade y te deje pasar a cagar, a reventar. No esperas mucho, coges la papelera que hay al lado y la pones junto a la tapia del patio que da a la parte de atras. Saltas. Clavas la caida. Te imaginas un todo diezes y nada mas incorporarte ya testas desabrochando el cinturon lo mas rapido que los dedos te dan. Empiezas a adoptar la posicion aerodinamica mientras vas abriendo la bragueta cuando subitamente se te para el corazon... Escuchas el ruido de la cadena que se arrastra por el suelo seguido de los ladridos feroces de un pastor aleman. El miedo te inyecta de la adrenalina suficiente para de un salto agarrarte a lo alto del muro y saltar de nuevo a la calle, aunquesta vez caes de mala manera y los jueces ni siquiera se dignan a puntuar. Te sientas contra el muro para recuperar el aliento, todavia escuchando como al otro lado el puto perro te sigue queriendo comer. Pero tras una nueva contraccion te levantas y vuelves a pensar en lo unico que puedes pensar. Donde sea, como sea, tienes que cagar!

Recuerdas que por aquella zona hay un parque, no sabias que lo sabias pero te orientas mirando la todavia visible estrella polar, corres a buscarlo como quien llega tarde al ultimo helicoptero que abandona la ciudad antes de que sea tomada por un ejercito de hombres Aznar, uniformados con ropa de sport desa que solo se ve en los puticlubs nauticos y en la seccion de hombres de unos grandes almacenes que me niego a nombrar (para que te hagas una idea, como el tal Marichalar, arreglao pero informal). Cuando por fin llegas al parque buscas freneticamente pero sin llegar frenar, sopesas las distintas posibilidades, un arbusto, un arbol, la caseta de los patos, lo que sea que te permita un poco de privacidad. Ves varios sitios que te podrian valer, pero tambien ves a los servicios municipales de limpieza llevando a cabo su encomiable labor. Putos inmigrantes, esto antes no pasaba, te dices, sin dejar de correr, intentando disimular, ya ves, con esa ropa, con esa cara, con esos pelos. Sales por el otro lado del parque y notas que de nuevo la lavandera de brazos fornidos te retuerce las tripas antes de ponerlas a secar al sol. Este tambien se pasa, pero intuyes, bueno, mas que intuir, notas como tu mierda hace amago de asomarse a ver que se ve desde tu ojo de buey. NO PUEDES MAS.

Entonces ves al otro lado de la calle una ETT y te decides. Se van a cagar, vas a cagar. Si te pillan diras que solo querias dejar tu opinion, incluso ya sabes que en el juicio tu abogado alegara tu derecho a la libertad de expresion. Tienes suerte, es un local de esos con escaparate a ambos lados y unos metros de pasillo antes de la entrada. Por si acaso, esta vez antes de bajarte los pantalones miras hacia atras, luego arrimas la cara al cristal de la puerta para asegurarte de que esta vez nada te va parar.

Relajas sonriente el esfinter y esta vez el dolor intestinal se mezcla con el placer divino de notar tu mierda pasar. Cierras los ojos y te dejas llevar. Abres las compuertas disfrutando cada momento, cada apreton. Mierda a borbotones (y a los borbones, tambien), como un volcan. El alivio es casi orgasmico. La deflagracion total. Ya nada importa. Nada.

Hasta que de repente crees oir tu nombre. Una, dos, tres veces, cada vez con mas nitidez. No puede ser. Pero si, me temo que lo es. En un principio lo ignoras para continuar apretando, pero acabas notando que alguien o algo te zarandea. La hostia no se hace esperar…

Del impacto abres los ojos y ves un rostro desencajado que reconoces de algo pero sin saber todavía muy bien de que...

-“Te has cagado en la cama Loreto...”, te dice el subnormal. Cagate lorito.

Ya sabes quien es. Abres los ojos de par en par y ves en el techo un ventilador de la marca Apocalipsis Now que te recuerda questas en la cama de un hotel del catalogo aquel de las lunas de miel. La boda fue ayer. Levantas la sabana y miras. Luego le miras a el.

-"Mierda", vuelves a decir. Sin importarte la mierda una mierda. Pero el... Tu vacio interior te confirma lo que tu ya sabias pero no querias reconocer.

-"Vete a tomar por culo, Josemari, no te puedo ni ver", le dices, mientras sueltas lo ultimo de tu ser o no ser.

La has cagado.

Pero a base de bien.

Ser o no ser, esa es la cuestion, (que sea como fuere es a lo que iba hoy).

1 comentario:

Anónimo dijo...

laniñamedusa

..."timaginas al parkinsoniano Michael J Fox cosiendole un ombligo a tu muñeco vudu" VS "de nuevo la lavandera de brazos fornidos te retuerce las tripas antes de ponerlas a secar al sol"... sigo pensando cuál me gusta más y con la que me quedo....