A Vicente le paso una cosa muy curiosa estando una vez de vacaciones en no se acuerda que playa o desierto (el sigue creyendo que podria ser el Sahara, aunque a mi me parece que fue el Mar Rojo...). Te narro.
A Vicente un dia se le perdido un dia. Tras el consiguiente disgusto (estan los dias como para andar perdiendolos...) y ya con la oreja reposada en la ventanilla del avion, comenzo a reflexionar sobre el enigma espacio temporal y la teoria de la relatividad de Einstein (esa que dice mas o menos que se puede responder a cualquier afirmacion que se plantee con un: "eso es relativo").
Alli, en aquel avion de Luftansa, entre que se quedaba traspuesto y venia la azafata con otro petitte digestive, se le vino a la memoria el final de la historia de La vuelta al mundo en 80 dias, (o Willy Fogg, como tu la conoceras), aquella serie de dibujos que hizo Julio Verne para TVE, en la que el protagonista, un leon con sombrero de copa, no lo olvidemos, vuelve un dia antes de lo que piensa que habia vuelto para ganar una apuesta (vamos Bully! vamos!). O lo que era lo mismo, a los ojos de Vicente, al bueno de Willy Fogg se le habia perdido tambien un dia.
Esa noche, de vuelta ya en su piso, tumbado sobre la cama todavia vestido sin poder dormir, tuvo una Brillante idea, (las ideas que nunca se pegan). Se le ocurrio dar la vuelta al mundo (en ochenta dias o los que hiciera falta), para intentar recuperar el dia que habia perdido, un dia que, ya de madrugada, estaba casi, casi, convencido que para colmo era un domingo.
Paso el año en fastforward, ahorrando lo que podia, quitandose de algun vicio (dejo su construccion del Bismark a medias, cuando ya solo le quedaban 213 culos fascistas), y cuando llego de nuevo Agosto, le dijo a su jefe que despues de su quincena reglamentaria no volvia, que se iba de viaje y que se fuera a tomar por culo, que siempre le habia parecido un hijo de la gran puta (pa que morderse la lengua, no?).
Un trasbordo en Londresjizrou despues y aterrizo en el KFC de Niu York, donde casi se muere de asco al comerse una racion de muslitos de pollo dese ques de todo menos pollo. Alli, en el puticlub que es la Gran Manzana, conocio a un puertorriqueño primo de un policia de aduanas que, despues de intentar venderle a la que decia era su hermana (Francine, creo que se llamaba), le vendio un opel Manta. Sin dudarlo un instante, Vicente se lio la manta a la cabeza, lleno el deposito y cruzo el puente de Manhattan al tiempo que veia como en ese preciso instante un avion que volaba sospechosamente bajo se chocaba contra uno de los unos que formaban el gigantesco once. Vicente, que era un tio bien viajado y habia visto mundo, supo ipsofacto que aquello no habia sido cosa de Eta (me oyes Pedro Jota?), asi que se quito de inmediato la manta de la cabeza y por aquello de que iba morenito de haber pasado los ultimos fines de semana ayudando a su padre en la huerta y llevaba barba de seis dias, se salio de la autopista. Total, a Sanfrancisco era to palante y se debia llegar igual por carreteras comarcales, para que complicarse la vida innecesariamente?, penso.
Y asi pasaron los dias, carretera y Manta. Otro motel, otra hamburguesa con patatas. Adentrandose poco a poco en el corazon de las tinieblas, con la mirada fija en el horizonte, un horizonte que se abria enorme a cada milla en proporcion inversa al ritmo que se reducia el horizonte de miras de los nativos con los que tenia la desdicha de encontrarse. Los veia como zombis envueltos en su bandera echando espuma por la boca. Y gordos, muy gordos, desos con yaga intrainguinal de frotarse la entrepierna que producen ese ruidillo al andar tan caracteristico, como el ruido que hacian las Yumas aquellas en el parquet recien encerado del comedor de su abuela, ya sabes, como cuando en los anuncios pasan el dedo por un vaso recien lavado, como me imagino que harian un par de ratones si alcanzaran la quimera de un orgasmo sincronizado... squicky, squicky.
Asi, con el cerebro entretenido iba, hasta que en una rotonda se equivoco de salida y acabo en la nacional 66 (o route sixtysix, para vosotros los que seguis pensando que sabeis algo) y pudo por fin poner su cintacaset de los Camela que llevaba guardada para una ocasion que lo mereciera (una cosa es haber viajado y visto mundo y otra que a uno tengan que dejar de gustarle los clasicos...).
De la emocion casi desbarra y se estrella (esas banderas, que lo ponen todo perdido), asi que decidio entonces hacer una parada a mear y comer algo en un merendero de Las Vegas que le habia recomendado el de la ultima gasolinera. Como la paella habia que encargarla y era para minimo dos personas, se comio otra hamburguesa, "se estaria hamburguesando?", penso, no sin sorna, rascandose la panza. Para a continuacion pedirse un pacharan y acceder a sentarse en una mesa con unos (gordos, lo has adivinado) que iban a jugar a la pocha. Craso error, (graso error?). Tras tres dias con sus correspondientes noches acabo perdiendo el coche (del que al menos pudo rescatar su sucinta cinta).
Al poco, despues de salir de su estupor, se puso a hacer auto-stop y le paro una hippy desas que no existen na mas quen las peliculas, de las de pubis de rizo copioso y el sexo porque si, porque me da la gana. Ademas esta hablaba un poco de español y cuando Vicente puso su cinta en el radiocassete de la vanette anticipando que la ocasion lo iba a merecer, ella dijo:
-"What is esto?"
-"Esto? Camela...", respondio el.
Y ella se la toco. Y no dejo de tocarsela hasta las afueras de Sanfrancisco. Donde, si lo normal era llegar con una flor en la cabeza, el la llevaba en el culo. Hasta que claro, los tios de la comuna donde le llevo Vanette (ni se preguntaron el nombre, pa que?) quisieron desflorarle. Asi que, aprovechando quera de noche volvio a salir corriendo por lo que creia era el desierto de Sonora, intentando llegar a Mexico destrangis porque ya habia visto en el USA Today su careto wanted, pero al llegar a una casa y llamar a la puerta el que abrio le dijo:
-"No son horas, joder!"
-"No Sonora?", confundido se fue, y no paro de andar hasta el amanecer, siguiendo el rastro de agua que habian dejado en la tierra unos espaldas mojadas.
(Y ahora es cuando miro el reloj de la pared y me doy cuenta de que he quedado y me tengo que pirar, se me pasa por la cabeza poner Continuara..., pero no, no me seas chorra, esto no funciona asi, ya lo sabes, asi que te vas a tener que imaginar tu que pasa con Vicente en la otra media vuelta al mundo, se siente)
El caso es que vuelve a su casa, pone el teletexto para ver que dia es y el muy gilipollas se da cuenta que al haber dado la vuelta al mundo en sentido contrario no solo no ha recuperado el dia que perdio, sino que lo que ha hecho es perder otro dia!! Claro, hombre, claro, lo que le paso a Willy Fogg no es que perdiera un dia, sino que lo habia ganado...
Pero Vicente tampoco era tonto del todo, y enseguida echo mano de la teoria de la relatividad: "everything is relative" (todo el mundo es un pariente, segun su Thesaurus), al estar 3 años de viaje (la mitad en Filipinas, por si acaso todavia no has empezado a imaginar) y no trabajando, puede que perdiera un dia o dos, pero gano tiempo, el tiempo que tu has perdido leyendo esto (espero que no sea un domingo).
Lo importante no es llegar, es salir de donde estes, aunque sea sin moverte del sitio... (que es a lo que iba, no lo ves?).
Donde vas Vicente?
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2 comentarios:
Queruá es un mierda.
Viva Vicente!
El día que pierdes lo recuperas normalmente llamando al curro y diciendo:
"tengo una diarrea que me deja to los gayumbos de la marca la española (con su anchoa correspondiente), si quiere le llevo el justificante en forma de frenazo"
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