Sascritun crimen (un crimen sanscrito??)

Hercules Poirot llevaba meses dandole vueltas en la cabeza, sus celulas grises reprimiendo a golpe de porra y pelotas de goma cualquier conato de fantasia erotico festiva. No le iban bien las cosas ultimamente, de lo suyo, de enterao, para lo que habia estudiado toda su vida, no le salia trabajo y aunque curraba de estrangis de cliente misterioso, se lestaba agotando la paciencia y lo que era aun mas apremiante, el subsidio de desempleo. Y lo unico que podia pensar era en aliviar el nabo.

Llamaron entonces a la puerta de su piso de proteccion oficial (quien te ha visto y quien te ve!!), Poirot se incorporo de su sillon con orejas, se subio la bragueta con el desden del desganado y atando el cinturon de su batin de franela se dirijio a ver quien era. Miro por la mirilla. Una mujer. Se atuso de la calva hacia abajo y saco punta a su bigotillo daliniano. Noto como su pulso se aceleraba.

Era Miss Marpel (acabo cambiandose el nombre incapaz de convencer a la gente que sescribia Marple). Que queria?. No lo se. No nos impacientemos joder, esperemos a que se lo pregunte Poirot y asi seguimos un orden, que vamos siempre con prisas, relajate hombre, relajate mujer.

-"En que puedo ayudarla Miss Marpel?", dijo Poirot ya sentado en su sillon de orejas, piernas cruzadas tratando de disimular el cuarto dempalpe al que le sometia su priapismo.

Miss Marpel tambien lo llevaba mal ultimamente, no habia sitio en el mercado actual de CSIes para los de la vieja escuela y menos cuando empiezan con sus incontinencias y sus Alzheimeres. Todo ahora era cientifico, forensico, misterios sin misterio.

-"Tenemos que hacer algo Hercules, a este paso acabaremos como el pobre de Columbo", Miss Marpel bebia de su baso de sherry amontillado, no hacia falta que le recordara a Poirot como acabo Columbo, el fue uno de los pocos que fue a despedirle cuando cogio el fastferry rumbo a Mikonos a un manicomio gay, totalmente desquiciado.

-"Lo se Miss Marpel, yo tambien empiezo a estar desesperado, llevo dias dandole vueltas y no consigo encontrar ninguna solucion", dijo Poirot volviendose a enroscarcar las puntas de su bigote garabato. Mentia como un bellaco, en lo unico en que empleaba su cerebro ultimamente era en refrenar sus impulsos de meterla en adobo en el primer ser humano, animal o cosa que cruzara su paso.

-"No nos engañemos Hercules, todos en el mundillo sabemos que eres un maniaco sexual y es por eso que vengo a proponerte mi plan", dijo Miss Marpel con el descaro de la abuela de residencia de ancianos, pertrechada tras su lesbianismo militante, su chupa de cuero y su camiseta de Ironside.

-"He estado pensando", prosiguio, "en que lo que tenemos que hacer es adaptarnos al nuevo medio, vivimos alicatados al techo del pasado, hay que regenerarse o morir, o acabar en un sanatorio como el amigo Columbo si tenemos suerte, o tirandonos debajo del tren como el no tan afortunado Perry Meison".

-"Que has pensado?", dijo Poirot, molesto porque se mencionara su apetito sexual, pero a la vez intrigado.

-"He pensado en una agencia de servicios sexuales a domicilio, hasta tengo un nombre: Encules Puarot, lo de Poirot te queda muy bonito pero por esperiencia te digo que a la gente le gusta que las cosas se pronuncien como sescriben. Que me dices?", dijo.

Poirot se quedo dubitativo, miraba a la moqueta y hacia molinillos con los pulgares, veia un fin a su miseria economica y sexual, aunque no entendia muy bien que pintaba la figura de Miss Marpel en el negocio propuesto.

-"Bueno, yo enculo a domicilio, vale, y tu figura que pinta en el negocio propuesto?", dijo levantando la mirada del suelo, posandola sobre los piercings que Miss Marpel lucia en el entrecejo.

-"Yo he venido con la idea y ademas sere tu secretaria, fifty-fifty, negociables, dependiendo de como nos vaya", solto de carrerilla, se notaba que lo tenia mas questudiado, hablaba con la certeza de que Poirot no tenia mas remedio que aceptarlo.

-"Encules Puarot", pensaba Poirot en alto, ensimismado, le gustaba la idea, la llevaria a cabo, pero para que coño queria el a Miss Marpel?, se volvia a preguntar indignado.

-"Lo siento, no me gusta la idea Miss Marpel, no es lo que necesito, gracias nobstante por los mantecados, nos vemos el viernes en el club de jubilados", se levanto del sillon, se dirigio a la puerta.

-"Pero...", dijo Miss Marpel, que se habia quedado mas perplejica quel Ironside de la camiseta (ustedes quizas le conoceran como Aironsaid), ...no puedes hacerme esto!... confiaba en ti... Poirot... no me jodas, es el fin a nuestras desdichas", rogaba sin ser oida.

-"Hazmel favor, sabes perfectamente que soy un hombre de valores victorianos, mis remilgos no me permitirian semejante trabajo. Lo siento, yo todavia confio en que me salga un misterio sin resolver, una ultima tanda de podias haber sido tu pero no...", mentia como cualquier acusado.

Cerro la puerta. Sonrio, cogio su agenda, luego el telefono, marco los numeros y escucho varios tonos.

-"Mony Peny?, soy Hercules Poirot, busco una secretaria, voy a empezar un negocio con mucho potencial, te pagare el doble de lo que te paga el señor Bond, empezamos mañana mismo", paro de hablar y escucho el receptor... "si, no hay problema, lo que tu quieras bonita. Lampresa se llama ENCULES PUAROT, satisfaccion a domicilio... si... en efecto... vuelvo a ir por ahi dando por culo...!!!"

Avisados quedan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hercules cuidado en los cuartos oscuros, yo no la vi llegar, me gritaban, me gritaban:

"no ve la negra, no ve la negra."

Cuando me percaté ya era demasiado tarde.
La negra me la habian clavado.