Pis and love

Se levanto de la cama porque se estaba meando, notaba como su vejiga contenia la respiracion con los carrillos inchados, como un judini de provincia, de esos que se meten en un tanque lleno de agua, con camisa de fuerza y encadenados, pataleando y retorciendose porque no encuentran la llave del candado. Se sujetaba el vientre a cada cuidadoso paso, como quien se sujeta un flemon. Abrio la puerta del baño, noto el frescor de las baldosas en las plantas de sus pies y subio la tapa del vater para derretirse, para dejarse fluir y abandonarse al gustazo.
No sabia ni que hora era y apenas podia abrir los ojos, cubiertos de arena por el oleaje de la resaca. Todo parecia codificado. Nada mas abrir las compuertas noto una sensacion extraña, algo que no cuadraba. Corto el riego de inmediato. Volvio a abrirlo, pensando que igual se lo habia imaginado, que su cerebro todavia estaba soñando. Pero no, persistia esa inesperada sensacion de calorcito alrededor del glande, como cuando se metia en la bañera y en cuclillas iba bajando hasta que solo sus pies y su polla descapullada tocaban el agua, caliente, pero no tanto. Siguio meando sin poder contener mas las ganas, al tiempo que bajaba la mirada para intentar ver que le podia estar pasando, como quien escucha un ruido en la calle y mira a traves de las persianas, con mas aprension que miedo, con la intencion de ver sin ser visto, con esa actitud tan suya de a mi no me metas en lios yo no se nada. A su boca se le escapo entonces una sonrisa amplia, como cuando lleva treintayuna y va de mano. Se quito con cuidado el condon deformado por el medio litro de pis acumulado y lo elevo a la altura de sus ojos para saciar su curiosidad innata.

-"Que haces? ven a la cama...", dijo la voz que venia de la parte oscura de la casa.

-"Mmmmn", dijo el, todavia transfigurado por lo que se traia entre manos, deteniendose a apreciar lo maravilloso de la luz que se reflejaba a traves del plastico en forma de jarron de gelatina, adivinando sus coagulos de esperma en aquellas viscosidades con forma de escupitajo que ondulaban como burbujas en una lampara de lava.
Escucho entonces el ruido de fondo. Un timido redoble de mono mecanico tocando su tamborcito metalico. Al mirar al suelo vio que era el sonido que hacia un hilillo de pis al chocar contra la carcasa del calefactor de aire. Giro el condon y descubro entonces la parabola en forma de arco como si descrita por un saltador desos machotes de Acapulco, se quedo estupefacto. Durante un buen rato. Sintiendo las cosquillas al tiempo que crecia el charco alrededor de sus pies descalzos.
Hasta que la presion del condon decrecio y este dejo de desangrarse. Tiro de la cadena y el estruendo del remolino que se tragaba su miseria le acompaño hasta el dormitorio.

Se acerco sigiloso y se metio en la cama. Se tapo con el edredon hasta los sobacos y con los ojos ya en abierto fijos en el techo, dijo:

-"Estas despierta?".

-"Mmmm?", respondio la almohada.

-"Ya no te quiero..."

Amor propio

Nada mas salir de la carcel se apunto a un curso de yoga que daba uno que conocio dentro que decia que habia aprendido entre chute y chute siendo hippy en Goa. Era consciente que a sus años era un poco tarde para empezar a contorsionarse, pero lo veia como una inversion y de inversiones originales el sabia. Si a los tres meses conseguia llegar a chuparse la polla seria un gasto semanal mas que se ahorraba, ademas de la gasolina del viaje de ida y vuelta hasta el poligono industrial y la aprension que el riesgo de dicho viaje siempre le habia provocado.
Asi estaba esa tarde, practicando, tumbado en el suelo sobre la alfombrilla del baño, desnudo menos por sus calcetines de punto blanco, con los pies en alto y medio indice en el culo, intentando doblar lo suficientemente el espinazo como para llegar a introducirse el capullo en la boca y llegando tan solo a tocarse la punta con lengua en los momentos que conseguia aguantar la respiracion al maximo. Ignorando los teletipos de dolor que las cervicales mandaban a su cerebro, ensimismado, concentrado como un halterofilista con obcion a medalla. Deseando ser un gato. Y asi le pillo su madre, en el justo momento que se disparaba a boca jarro, salpicandose el bigote, la nariz y los ojos, aunque el no la vio porque sabia que se corria y los tenia cerrados.

-"Aqui tienes la muda...". Murmuro su madre, sin tiempo a quedarse idem, dejando sobre la taza del vater unos gayumbos y una camiseta damartermolactil recien planchados. Mirando a su hijo con esa cara de circunspeccion que solo pueden poner las madres arrependidas de no haber abortado. El no dijo nada. Apenas pudo ver la sombra entre los parpados medio cerrados por el pegamin vital y el resplandor de la bombilla de 60 vatios. Se incorporo dolorido, se trago su amor propio y se limpio la cara con la muda, todavia calentita, como recien sacada del horno. Se miro al espejo y vio que, "vaya", se habia dejado una estalactita en el lobulo de la oreja que bien podria haber sido una lagrima de su subconsciente llorando desconsolado. Se dio un enjuague de listerine que le hizo cosquillitas en el gaznate y tras una ducha rapidita se presento de nuevo al mundo fingiendo una sonrisa nerviosa de concursante en apuros, como si nada hubiera pasado.

-"Que hay de cenar?", le dijo a su madre, asomando la cabeza por la puerta de la cocina.

-"Ah! pero todavia tienes hambre?", respondio ella, que desde lo sucedido habia desarrollado un sarcasmo cillit bang con el que intentaba limpiar, sin lograrlo, su corazon enquilosado por el oxido del odio. Odio a si misma por acceder a acojerle y odio al mundo por haber osado tratar asi a su hijo. Ni siquiera se atrevio a darse la vuelta para mirarle a la cara, siguio pelando patatas.

-"Mama... perdona, pero eso te pasa por no llamar antes dentrar". Dijo el, acostumbrado como estaba a estar rodeado de abogados.

-"... Podrias echar el pestillo, hijo, que parece que lo haces a posta y una madre no tiene por que ver esas cosas, que ya tienes edad Alvarito, que si te hace falta dinero pa putas yo te lo doy, hombre, ya nos apañaremos". Respondio la madre, sin darse cuenta que en ese momento caia en la cuenta que a lo mejor eso era precisamente lo que su hijo pedia a gritos con sus actos desesperados. Suspiro. "Tortilla de patata", concluyo, meneando la cabeza de lado a lado como los perrillos esos que la gente diferente pone en los salpicaderos de sus opeles corsas. "Ahi en el monedero hay 30 euros, tienes suficiente?", dijo, al tiempo que la diapositiva de su hijo en el suelo del baño se volvia a proyectar en la pantalla de su cerebro en blanco.

-"Gracias". Respondio el de inmediato. Se arrimo a su madre por detras e hizo como que la daba un abrazo, pero cuando fue a darle el beso en la mejilla ella aparto la cara con asco, como si el que la fuera a besar fuera un corredor de bolsa sudado. Y encima con bigote y apestando a habanos.

-"Y a ver si levantas cabeza hijo, que desde que paso lo que paso nos tienes preocupados". Dijo ella, en tono triste y desesperado.

-"Tranquila, quen cuanto me salga algo me busco un piso de alquiler y no vuelvo a molestar. Todavia me queda algun contacto". Sonando mas como si el mismo se lo estuviera preguntando, sabiendo de sobra la respuesta, que no, que habia sido abandonado.

Que cada perro se lama su pijo, ques a lo que iba...

Al poco tiempo

-"Haztelo mirar que no es normal", le decia su mujer todas las mañanas. Todas y cada una desde que se casaron. Bueno, menos cuando no, menos cuando volvia a las tantas de tocar en algun pueblo y se dormia en el sofa del salon para no despertarla. Pero eso ella no lo veia, a que no?
-"Joder que pesada eres, Oli". Respondia Alfredo. Amodorrado, sin ganas.
El caso es que Al (para los amigos) reconocia que cuando dormia respiraba fuerte. Con ocho años le habian dicho una vez que fue de acampada que sus ronquidos eran como cuando ruge el leon de la Metro, en celo (a los ocho años la imagen de un leon recubierto en celo le acompaño una larga temporada). Ya de mayor le comento alguna novieta mas o menos seria, de las de polvo en casa de los padres aprovechando questan en el chalet de la sierra, que era mas como los motores de un Airbus comprado en el e-bay al enfilar la pista de despegue (es lo que tiene enrollarse con tias con gafas). "Como tu puta madre", decia Oliva, con el asco que da la confianza.
Asi es que Al recibio un ultimatum y, como no queria tener que plancharse la ropa, ni hacerse la comida, fue al medico. Este le puso en lista de espera desespera con el especialista. Y a los siete meses le dieron cita. Por la mañana temprano. Y alli estaba, medio dormido por culpa de su apnea y dolorido por las patadas que Oli le daba (a veces se preguntaba si con su Oliva no habria pinchado en hueso, pero se le pasaba). Busco Roncologia por todo el Policlinico pero no lo encontraba. Pregunto y le mandaron a la tercera planta. Alli, tras cuatro horas esperando en las que se debio quedar traspuesto encima de su copia del Melody Maker, salio una enfermera que al verle solo en la sala le pregunto si no le habian llamado. Al no quiso decir que se habia quedado dormido, asi que dijo: "No".
-"Pues pase, pase antes de que se vaya el doctor Saldaña".
A los tres meses le llamo el medico de cabecera diciendo que ya tenian los resultados.
-"Sientese Alfredo, sientese", le dijo. El puto crio, recien salido de la facultad y con unas ojeras de coca que parecian hamacas.
-"Tiene usted cancer de prostata". Le solto, sin mas.
-"Que que?!", respondio Al, completamente despierto por primera vez en los ultimos treinta años.
-"No se como, pero estuvo usted en Oncologia y aqui esta el informe del doctor Saldaña... (pausa para pasar hojas)... aqui esta, bien clarito, cancer de prostata". Las dos ultimas silabas sonando como tiros de gracia.
-"Pero si no es posible, pero si yo no fumo!", dijo Al, confundido, medio indignado.
-"No se, quiza, y no se crea que es la primera vez, sea debido a llevar pantalones de pitillo", respondio el niñato.
Y Al se fue a casa, maldiciendo por el camino su afan por estar a la moda, maldiciendo a su Oliva por darle tanto la brasa con lo de que roncaba, maldiciendo el error de haber dado por seguro que por ser el seguro se les habria caido la R.
No dijo nunca nada. Pero se le acabo cortando la mayonesa.

Y en consecuencia Al y Oli se separaron.

Que que fue de Al? poco tiempo.

Que que fue de Oli? Abrio una panaderia. Pan Oli!! (ques a lo que iba)